Una terraza por cada ochocientos habitantes. Ésta es la proporción que resulta cuando se divide el número de residentes en Cáceres (90.802, según el dato más reciente del Instituto Nacional de Estadística, correspondiente al año 2007) entre la cantidad de establecimientos que han solicitado licencia al Ayuntamiento para sacar a la calle sus veladores.
En total, 114 locales han pedido permiso para instalar sus terrazas. La mayoría ha renovado la licencia del año anterior y apenas un dos por ciento, según los cálculos del jefe de la Policía Local, César García, corresponde a empresarios que este verano estrenan mesas y sillas. Dentro de este grupo se encuentra Jorge Antonio Gómez. Hace unos meses inauguró en la calle Dionisio Acedo, frente al centro deportivo El Perú, el restaurante italiano Pasta Fiore. Y ahora acaba de montar la terraza a las puertas del local. Tiene diez mesas en las que, a partir de las ocho y media de la tarde, se puede disfrutar desde un refresco hasta unas bolsitas de pasta rellenas de pera y queso. También sirven en la calle el menú del día por 9,90 euros. «Es impresionante lo fresco que se está en esta esquina», presume el empresario. Jorge resalta que ha cuidado cada detalle del mobiliario callejero al milímetro. Tiene césped artificial, sillas de acero inoxidable y madera, sombrillas rojas, maceteros con plantas y velitas.
Lucio Romero ha renovado la licencia de terraza que solicitó por primera vez el año pasado. Es el propietario de las taperías Gaudí. El local de la avenida Isabel de Moctezuma echó a andar el 29 de junio de 2007 y, desde entonces, su terraza se ha convertido en todo un referente para los vecinos de la zona. Sus 24 mesas están siempre, o casi siempre, ocupadas ¿El secreto del éxito? «Esto es una fiesta constante. Los fines de semana la gente espera de pie para coger una mesa. Supongo que será por nuestras tapas», comenta Lucio. La licencia de terraza es anual, por lo que los establecimientos que disponen del permiso pueden montarla durante los doce meses del año. En la tapería Gaudí la ponen «siempre que hace sol», apunta el propietario, desde las doce de la mañana a hasta las doce de la noche.
Por cierto, Lucio Romero ultima la apertura de dos nuevos locales. Uno de ellos ocupará el establecimiento del antiguo bar 'Avenida', en la avenida Virgen de la Montaña, y otro estará en la calle Doctor Fleming.
De los 114 establecimientos que gozan de licencia municipal, sólo seis están pendientes de pagar el permiso. El coste de la licencia varía en función del número de mesas contratadas y de la zona donde se ubique la terraza. Montar un velador en la avenida de España cuesta, más o menos, el doble que instalarlo en la zona del centro comercial Ruta de la Plata.
En lo que va de temporada, la Policía Local ha sancionado a una decena de establecimientos por incumplir la ordenanza municipal que regula la colocación de las terrazas. Las sanciones están motivadas por diferentes causas. ¿La más frecuente? Sacar a la calle más mesas de las permitidas.
Todas las normas que los locales y los empresarios deben cumplir a la hora de solicitar y montar sus terrazas están recogidas en la 'Ordenanza municipal reguladora del aprovechamiento especial de espacios de uso público mediante la instalación de terrazas', que el Ayuntamiento aprobó en el año 2005.
Este texto establece cuáles son los requisitos mínimos que un local debe cumplir para gozar de terraza. Si el lugar elegido para colocar los veladores es una acera, ésta debe tener una anchura superior a los cuatro metros. La terraza debe dejar, como mínimo, metro y medio libre para el tránsito de los peatones. Además, no pueden ocupar las bocas de riego, los vados, los accesos a viviendas y locales ni los escaparates de estos últimos. Si el lugar elegido para situar la terraza es una calle peatonal, la vía debe tener una ancho regular mínimo de seis metros.
Sillas sin publicidad
La ordenanza también establece que está prohibido cualquier tipo de publicidad en el mobiliario de las terrazas. Aunque precisa: «No se considerará publicidad la inserción del nombre del establecimiento al que está vinculada la terraza en la silla, mesas, manteles u otros elementos de la terraza». A pesar de la norma, todavía abundan los veladores que lucen en sus sillas y mesas marcas comerciales. No es el caso de las terrazas ubicadas en el casco histórico de Cáceres, donde hace tiempo desapareció la publicidad de las terrazas.
Lucio, Jorge y el resto de empresarios con terraza están obligados, además, a cumplir con una serie de normas de limpieza. «Deben recoger los residuos que se produzcan en la propia zona o en sus inmediaciones tantas veces cuantas sea necesario y, sobre todo, cuando se proceda a la recogida de la terraza», especifica la ordenanza. Es decir, que están obligados a mantener en perfecto estado de limpieza todo el recinto ocupado por la terraza.
La ordenanza prohíbe que un local instale aparatos reproductores de sonido e imagen, con el fin de no producir molestias a los vecinos. Además, el propietario del establecimiento tampoco puede organizar conciertos ni actuaciones musicales, ni permitir que, de forma espontánea, alguien lo haga en su terraza. La normativa municipal contempla sanciones que van desde los 300 euros (por cometer alguna infracción leve) hasta los 3.000 euros (para infracciones graves). Es una infracción grave, por ejemplo, instalar la terraza en un lugar distinto al autorizado. Y ocupar mayor superficie de la permitida (hasta un 20 por ciento) es una infracción leve.
Este verano los cacereños tienen 114 propuestas para sentarse en un terraza. Hay una por cada 800 habitantes.
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